Hoy
les quiero hablar de una teoría psicológica que me parece enriquecedora para el
mundo del fútbol. La vida está llena de obstáculos por vencer y quedarse
estáticos ante la adversidad puede ser la diferencia entre trascender o
fracasar. Conozcamos la vida de uno de los mejores futbolistas de la actualidad
y como le sacó provecho a su complejo de inferioridad.
Complejo
de inferioridad
Franck Ribéry: "De pequeño, se burlaban de mí y me escondía a llorar en un rincón. Pero eso me ha endurecido y me ha ayudado en la vida. Jamás me haré la cirugía estética porque dejaría de ser yo".
El
complejo de inferioridad es un término adjudicado al médico y psicoterapeuta
austríaco Alfred Adler. Considera la percepción de desarraigo que un individuo
obtiene a causa de haber padecido una infancia mala, plena de burlas, sufrimientos,
rechazos, etcétera.
Puede
describirse al complejo de inferioridad, en la ciencia de la psicología y el
psicoanálisis, como el sentimiento en el cual, de un modo u otro, una persona
se siente de menor valor que los demás, lo cual, normalmente, sucede en forma
inconsciente y lleva a los individuos afligidos a sobrecompensarlo. Así, un
sentimiento normal de inferioridad puede actuar como motivación para alcanzar
objetivos.
Franck
Ribéry es el personaje del fútbol que ilustra de manera clara lo que es el
complejo de inferioridad. En vez de tenerse lastima por su condición, la
utilizo como motivación para brillar en el fútbol.
Biografía
Cuando
el pequeño Franck tenía la edad de 2 años años sufrió un grave accidente
automovilístico, en el cual salió expulsado por el parabrisas dejándolo con
profundas cicatrices en su rostro, lo que casi le cuesta la vida. Debido a sus
cicatrices, Ribery declaró haber sido víctima de burlas en el colegio, pero
según él, esto lo volvió más fuerte.
Ribéry
nació en Boulogne-sur-Mer (Francia) el 7 de abril de 1983. Conocido como
'Scarface' por sus heridas, a temprana edad aprendió a forjar su carácter de
manera poderosa, con el único objetivo de volverse inmune a los señalamientos
de su entorno. Criado en la calle, Ribéry pronto se convirtió en un joven
problemático, metido en constantes líos. Estudiante en un internado con muy
malas notas, Ribéry realizaba continuas escapadas a la calle para jugar al
fútbol.
A
los trece años, empezaron a aflorar sus virtudes futbolísticas, ingresando en
la escuela del OSC Lille. En esta época, tras sufrir varios problemas
extraescolares, fue expulsado del internado, por lo que decidió abandonar
definitivamente sus estudios para comenzar a trabajar como albañil junto a su
padre.
Poco
a poco, el joven jugador francés fue creciendo en el mundo del fútbol. Tras su
estancia en el Lille, Ribéry tuvo un breve paso por el Boulogne (2001-02) y el Olympique Alès
(2002-03). Pero su estabilidad llegó a finales de 2002 cuando conoció a su
esposa Wahiba Belhami.
Tras
este cambio en su carácter llegó su gran salto. En la temporada 2003-04, Ribéry
firmó por el Stade Brestois de la Tercera francesa con tan sólo veinte años. Su
gran papel le permitió dar el salto al Metz de la Primera División gala, donde
comenzó a dar los primeros destellos de su calidad.
Su
labor en su primera campaña al más alto nivel le sirvió para fichar la
siguiente temporada por el Galatasaray turco, donde consiguió su primer título
como profesional, después de lograr la Copa de Turquía en 2005. Sin embargo, su
escasa participación en el equipo, unidos a algunos problemas en el pago de su
salario, hicieron que Ribéry volviera a Francia para firmar por el Olympique de
Marsella.
Su
llegada al conjunto marsellés fue un 'antes' y un 'después' en su carrera
deportiva. Ribéry explotó definitivamente, convirtiéndose en una de las
referencias atacantes del Olympique. Su velocidad, desborde, capacidad
regateadora y su gran olfato goleador le sirvieron para ser convocado por
primera vez con su selección en el Mundial de Alemania 2006.
Tras
varias campaña en el Olympique de Marsella, Ribéry firmó por el Bayern de
Munich en 2007, conjunto en el que continúa a día de hoy. El francés es uno de
los mejores centrocampistas del mundo, y se ha convertido en uno de los
referentes del fútbol galo.
“Cuanto mayor sea el sentimiento de inferioridad que se ha experimentado una persona, más poderoso es el impulso de la conquista.”
Alfred Adler