domingo, 26 de enero de 2014

La eterna idolatría del fútbol mexicano

México es un país lleno de tradiciones e inmensa cultura por todos sus alrededores. Existe una idiosincrasia en particular que nos hace únicos y diferentes sobre otros contextos. Esta serie de características son asociadas en distintos campos de la vida del mexicano.

El fútbol no es la excepción. Históricamente se ha demostrado, que es el deporte de mayor tradición en tierras aztecas. Una cancha, un estadio, cervezas y una porra, son la mezcla perfecta para vivir en todo su esplendor un partido. El aficionado apoya con fervor a su equipo, con la esperanza de verlo triunfar y levantar el título al finalizar la temporada.

Los equipos de fútbol, simbolizan el sentido de pertenecía del seguidor, ya que representan a su ciudad o nación, enalteciendo con orgullo el sentirse parte de ellos. Desgraciadamente la percepción empieza a alterarse, cuando el fervor aumenta y los resultados devalúan. El fanatismo de un “hincha” puede llegar a alterar su razonamiento, privando su objetividad.

Muchos jugadores son vistos como ídolos o seres inalcanzables, gracias al estatus en el que supuestamente se manejan. Esto crea una omnipotencia sin fundamentos, que lejos de ayudar, termina por perjudicar a los futbolistas. Los salarios de los mismos, sobrepasan lo que cualquier profesionista en el mayor de los rangos pueda percibir, aumentando su poder y admiración. 

Los santos, los héroes de la historia de México, políticos, futbolistas, son el vivo reflejo de la necesidad de un país por creer en figuras representativas. Es el medio de escape para crear una esperanza de un mañana mejor. Cualquier hecho sobresaliente que hagan unos cuantos, es motivo suficiente para alabarlo, venerarlo y llevarlo a los pinos con el presidente. “En tierra de ciegos, el tuerto es rey.”

Si Cristiano Ronaldo o Lionel Messi, fueran mexicanos, su agenda estaría repleta de inauguración de calles con sus nombres, o estatuas en su honor, por los logros que han realizado. Pienso que ellos están en otro nivel e inclusive sus  seguidores se han acostumbrado a ver sus hazañas de manera normal.

La paradoja que domina el fútbol de nuestro país es increíble. Futbolistas sobrevalorados, medios de comunicación complacientes y aduladores e intereses económicos por encima de los deportivos. La conjugación de todo engaña al aficionado.

“El pan y circo” es un estigma que ciega a nuestra cultura, yo amo el fútbol, pero esto no me ha limitado para razonar el trasfondo que existe dentro de él. Desarrollar una visión amplia es la cura más grande para el fanatismo y devoto de unos cuantos mortales.

"El fútbol es lo más importante de lo menos importante."Jorge Valdano

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